Un oscuro cielo
En un silencio, el sol al abismo retornó,
como si el espejismo se hubiera deshecho,
con la vista en un infierno de claridad,
halló su verdad, en el cielo profanado.
Y de pronto, la plenitud su daga alzó,
un espíritu roto, sin su armonía,
navegó en el mar de la eterna agonía,
en la ola de la nada, encontró su día.
La noche, pesadilla de sombras, al alba cedió,
devoró cada recuerdo en el amanecer,
pero en su núcleo, la tiniebla triunfó,
y de su polvo, surgió el caos, el ser perdido.
Comentarios
Publicar un comentario